domingo, 11 de septiembre de 2016

Introducción a la Teología del cuerpo (1984)

Para entender sin dificultad la Teología del Cuerpo 
Introducción a la Teología del Cuerpo
Adolfo J. Castañeda

1) ¿Qué es la Teología del Cuerpo?
Los papas tienen la costumbre de impartir catequesis en el Vaticano durante las audiencias abiertas al público que tienen todos los miércoles. Durante más de cinco años, desde el 5 de septiembre de 1979 hasta el 28 de noviembre de 1984, el Papa Juan Pablo II impartió 129 catequesis sobre “El amor humano en el plan divino”, como él mismo le llamó en la última de esas catequesis al tema que éstas trataron.
Juan Pablo II también llamó al tema de estas catequesis: “La redención del cuerpo y la sacramentalidad del matrimonio”. De hecho, este segundo título, como el propio Papa explicó, es el que mejor expresa la temática abordada en esas catequesis.
Sin embargo, uno de los términos más usados en las mismas es el de “la teología del cuerpo” (TDC), cuyo profundo significado iremos explicando más adelante. Ese es el título que le hemos
dado a este conjunto de 129 catequesis.

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2) ¿Cuáles son los temas principales de los seis ciclos de toda la TDC?
Las 129 catequesis de la TDC están divididas en seis ciclos. A continuación presentamos los
temas de cada uno de los seis ciclos e indicamos entre paréntesis las catequesis que cada uno
contiene:
I: CICLO: La unidad original del hombre y la mujer (1-23)
II CICLO: La purificación del corazón (24-63)
III CICLO: La resurrección de la carne (64-72)
IV CICLO: La virginidad cristiana (73-86)
V CICLO: El sacramento del matrimonio (87-113)
VI CICLO: Amor y fecundidad (114-129)
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3) ¿Cuál fue la primera razón por la cual Juan Pablo II desarrolló la TDC?
Juan Pablo II desarrolló la TDC para evitar dos extremos: una visión negativa y otra hedonista de la sexualidad humana y el matrimonio.
Parte de la moral sexual y matrimonial que se impartía antes del Concilio Vaticano II (1962-1965) se caracterizaba por el negativismo. Ese negativismo no es cristiano en su origen. Sin embargo, se introdujo en el cristianismo por el contacto de éste con la filosofía griega antigua de Platón, que exaltaba el alma y denigraba el cuerpo, a lo cual se le llama dualismo.
Trataremos el problema del dualismo más adelante. Pero queremos aquí señalar que el negativismo hacia la sexualidad humana no se limitaba a la tendencia a menospreciar el cuerpo.
También se caracterizaba por no mostrar claramente la conexión entre la vivencia correcta de la sexualidad humana en el matrimonio y el bien de la persona humana.
El segundo extremo que Juan Pablo II quería evitar es mucho peor que el anterior, y consiste en considerar que la moral sexual de la Iglesia Católica “está pasada de moda” y que hay que rechazarla. Ese rechazo se debe a la mentalidad hedonista y relativista de hoy en día. El hedonismo es la ideología que dice que el objetivo principal de la vida es el placer, en vez del amor auténtico, como nos enseñó Jesús. El relativismo es la ideología que niega la existencia de principios morales absolutos, es decir, principios que son válidos por sí mismos y que no dependen de las opiniones o sentimientos de la gente, sino que aplican a todos, siempre y en todo lugar. Un ejemplo de principio moral absoluto es el Sexto Mandamiento que prohíbe cometer adulterio y que de hecho prohíbe todo pecado contra la sexualidad humana, como la anticoncepción y la esterilización directa.
Lamentablemente, el relativismo moral se encuentra presente no solamente en el mundo que nos
rodea, sino también dentro de la misma Iglesia Católica. Desde por lo menos el Concilio Vaticano II hasta el presente, han surgido teólogos, sobre todo moralistas, que proponen un “revisionismo” moral, que no es otra cosa que un “sofisticado” relativismo. La culpa, por supuesto, no la tuvo el Concilio Vaticano II, sino esos teólogos, los cuales mal interpretaron algunas de las directrices pastorales del Concilio Vaticano II, haciéndolas lucir como si fuesen“cambios” doctrinales que la Iglesia Católica “había llevado a cabo”. Una de esas enseñanzas es la prohibición absoluta de la anticoncepción, la esterilización directa y el aborto. Estos teólogos plantean que hay “excepciones” a los mandamientos que prohíben estos pecados, lo cual no es cierto y contradice la doctrina de la Iglesia Católica.



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4) ¿Cuál fue la segunda razón por la cual Juan Pablo II desarrolló la TDC?
Juan Pablo II también desarrolló la TDC para presentar una visión profunda, hermosa y positiva de la sexualidad humana, del matrimonio y de la vida consagrada. Esa presentación positiva de la sexualidad humana y del matrimonio es, al mismo tiempo, totalmente fiel a Jesucristo y al Magisterio de la Iglesia Católica. Y tiene el propósito ulterior de defender y promover la dignidad del matrimonio y la familia.
Las experiencias personales de Juan Pablo II y su comprensión de las mismas a través de su unión con Dios, le hicieron caer en la cuenta de la importancia de la relación correcta que debe existir entre el hombre y la mujer, para poder enfrentar los graves problemas de la época actual.
Podemos distinguir tres experiencias en la vida del Papa que le motivaron a ello.
La primera fue su propia experiencia familiar. Juan Pablo experimentó una vida familiar muy
hermosa y positiva. Sus padres se amaban profundamente, y ambos le enseñaron con la palabra y el ejemplo a conocer a Jesucristo y a su Iglesia Católica. También vivió el trauma de la pérdida de su madre por enfermedad cuando sólo tenía nueve años, y luego, ya siendo un joven, la de su padre y la de su hermano, que era médico y un poco mayor que él. Todo ello le hizo valorar tremendamente el matrimonio y la familia.
La segunda experiencia fue su labor académica. Carol Wojtyla, el nombre de pila de Juan Pablo II, fue un gran intelectual, poseedor de dos doctorados, uno en teología y el otro en filosofía.
Durante varios años fue profesor de ética filosófica en Polonia, su tierra natal. Dentro de ese campo de la filosofía, estudió mucho la ética del matrimonio y la sexualidad humana.
La tercera experiencia fue su labor pastoral y sacerdotal. Precisamente durante su docencia universitaria también desempeñó una importante labor pastoral con parejas de novios y matrimonios jóvenes. El joven sacerdote pronto se dio cuenta de que la solución de fondo de los problemas de la modernidad tenía que pasar por el matrimonio y la familia, y todo ello implicaba el contribuir a mejorar la relación hombre-mujer.
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5) ¿Cuál fue la tercera razón por la cual Juan Pablo II desarrolló la TDC?
La tercera y última razón por la cual Juan Pablo II desarrolló la TDC fue para defender la dignidad humana. La dignidad humana es el valor intrínseco y absoluto de toda persona humana. El tema de fondo del mismo matrimonio y de la misma familia es esa dignidad humana.
Juan Pablo II pasó toda su vida defendiendo la dignidad de la persona humana y sus derechos
fundamentales.
Las terribles experiencias del nazismo, del comunismo y del consumismo en su patria y en el mundo le motivaron a ello. Todos estos sistemas convierten al ser humano en una pieza de la maquinaria estatal o de la ideología que esté en boga. El ser humano no es valorado por sí mismo, sino por su aporte a la elite dominante. En otras palabras, el ser humano es convertido en un instrumento para los fines egoístas de los que están en el poder, en vez de ser tratado como un fin en sí mismo.
Carol Wojtyla se dio cuenta de que esta instrumentación de la persona humana también puede ocurrir en la esfera de la sexualidad. Los problemas principales en este importante campo de la vida humana consisten precisamente en dejar que nuestro egoísmo convierta a los demás en objetos de placer egoísta, en vez de amarlos y respetarlos por sí mismos. Esta importante intuición de Juan Pablo II es uno de los principios fundamentales de la TDC. Tenemos que explorarlo más detalladamente.
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6) ¿Cuál sería una definición de la TDC?
La palabra “teología” significa el estudio de Dios, es decir, el estudio de lo que Dios ha revelado
acerca de Sí mismo y de Su plan para la creación, especialmente la persona humana. Esa revelación divina se acepta por la fe y se estudia y profundiza por medio de la razón iluminada por la fe y bajo la guía del Magisterio de la Iglesia, que está compuesto por el Papa y los obispos que están en comunión con él.
Como la teología es un estudio, una ciencia, podemos darnos cuenta que la misma no es meramente un conjunto de ideas sobre Dios, no es solamente un contenido. La teología es un quehacer, es una actividad.
La TDC no es simplemente una “parte” de la teología, sino una nueva manera de hacer teología.
La teología del cuerpo es el estudio científico, siempre desde la fe, de lo que Dios ha revelado
acerca de la persona humana, hombre y mujer, especialmente del cuerpo humano, para, a partir
de ahí, conocer más profundamente a Dios y Su plan para la creación, especialmente para la persona humana, tanto individual como socialmente considerada.
El objetivo principal de la TDC, según el propio Juan Pablo II, es la santidad. El Señor nos llama
a todos a una vida de santidad, tanto en la vida consagrada como en el matrimonio. La TDC tiene
por objetivo principal ayudar a vivir la santidad, es decir, la obediencia perfecta e incluso heroica
a la voluntad de Dios en la vida ordinaria de todos los días, así como en los acontecimientos
extraordinarios que en ella puedan ocurrir.
Leer Teología del Cuerpo explicada en forma simple

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