8. Enséñale a apreciar la naturaleza
No es necesario que viajes lejos para que tu hijo sea testigo de impresionantes paisajes: una flor basta para que le cuentes a tu pequeño que Dios está presente en cada una de sus creaciones, hasta en la más pequeña. El cielo, el mar, las estrellas, la luna, los árboles, las montañas. Puedes intentar preguntarle a tu hijo cuanto cree que le ama a Dios (tal vez alguna de sus ocurrencias te haga derretir de amor) pero es válido que tú le des una manita: puedes retarlo a contar las estrellas o a adivinar qué tan profundo es el mar y decirle que así es el amor de Dios: infinito como las estrellas que adornan el firmamento o los granos de arena en la playa.
Es importante que nuestros hijos sean conscientes que todo cuanto nos rodea ha sido creado de la mano de Dios, los viajes a otras ciudades o países pueden ser la oportunidad perfecta para que le hables de Dios a tus hijos.9. Hazle saber que hay más satisfacción en dar que en recibir
La época de Navidad es perfecta para realizar esta actividad. Hay dos formas de hacerlo: la primera es comprar juguetes o ropa para que niños de escasos recursos, huérfanos o desamparados reciban un detalle en esta fecha. La otra opción que tenemos es pedirles a nuestros pequeños que decidan qué juguetes ya no utilizan y están en buen estado para donarlos. En todo el proceso debemos incluir a nuestros pequeños, desde ir a comprar o escoger los juguetes, hasta empacarlos e ir a entregarlos personalmente. De esta manera ellos entenderán que las cosas no son tan fáciles de obtener y que no todos los niños tienen los privilegios que nosotros como padres les otorgamos. Este acto de generosidad y entrega puede practicarse en cualquier época del año, lo importante es transmitirles a nuestros hijos el amor por el que más lo necesita. Cuando hayan culminado la tarea puedes preguntarle cómo se sintió al entregarle a otro niño un regalo o que fue lo que más le gustó de estar allí. Podemos encontrar a Dios de muchas maneras, hazle comprender cuanta felicidad hay en dar.
10. Enséñale a bendecir a Dios por los alimentos
El desayuno, el almuerzo o la cena pueden ser escenarios perfectos en los que le enseñes a tus hijos que hay que dar gracias a Dios por todo lo que nos permite tener, incluyendo la comida que llega a nuestra mesa. Se puede hacer la siguiente oración para bendecir a Dios por los alimentos: «Bendigamos al Señor que nos nutre con su amor en el pan de la unidad. Oh Padre nuestro. Ámen». Se puede cantar así.
Recuerda que tu ejemplo es la mejor herramienta, conviértete en el modelo a seguir de tus hijos y bendice a Dios por los alimentos sin importar el lugar en el que te encuentres, pídele a tus hijos que repitan después de ti y veras como con el tiempo ellos lo harán solitos.
Comparte con nosotros otras maneras en las que le hablas a tus hijos de Dios
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